“El
Extranjero” de Albert Camus empieza con la muerte de la madre del señor
Meursault, un habitante Italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Desde el
inicio el señor Meursault, del que se desconoce el nombre de pila, muestra una
actitud indiferente hacia la muerte de su madre a tal grado que durante el
funeral se rehusó a ver el cuerpo de su madre y lo que más le molesto fue el
sonido de uno de los amigos de su madre mientras estaba llorando. El señor
Meursault al llegar a su hogar se encuentra con un viejo amor y retoma su
relación, además de hacerse amigo de uno de sus vecinos, Raimundo, el cual le
pide consejos de amor a el señor Meursault ya que Raimundo golpeó a su amante
por lo cual él creía que había que había sido una razón justificable, después
de que el señor Meursault le da la razón se hacen amigos y van a la playa
juntos con un amigo de Raimundo. Ya en la playa encuentran al hermano de la
amante de Raimundo y tienen una pequeña pelea, después de la pelea regresan a
la casa del amigo de Raimundo y luego el señor Meursault se va solo a la playa de nuevo para volver a
encontrarse al hermano de la amante de Raimundo también solo, y el señor
Meursault lo mata con un disparo.
Después del asesinato el señor es Meursault
arrestado y llevado a prisión en donde espera a su juicio, mientras espera
relata su historia dentro de la cárcel, cuenta que lo primero que pierde es el
sentido del tiempo ya que para él todos los días son iguales y después de un
tiempo deja de saber cuánto lleva dentro de la prisión. En su juicio se usan
contra él su indiferencia sobre la muerte de su madre alegando que no tiene
sentimientos y de que cometió el asesinato a sangre fría. Al final el señor
Meursault es encontrado culpable y condenado a la horca.
Aunque nunca se menciona el contexto social, no
es muy difícil saber cuál es, ya que el libro quiere dar a entender el
entumecimiento moral de la sociedad durante una época de guerra, o tal vez no
guerra en especial sino una época de crisis mundial en la que la sociedad esta
tan acostumbrada a la violencia que ya no se inmuta ante nada ya que el
protagonista no solo es indiferente a la muerte de su madre o a su encierro,
también es indiferente al amor que siente su novia hacia él.
Por: Ruth Alvarado Vázquez
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